¿Un bebé puede vivir con un gato en casa?

Hay personas que están casi seguras: los gatos son peligrosos para los niños. ¿Y si es una alergia? ¿De repente gusanos? ¿Y si pulgas?

Pero si las alergias realmente pueden ser un problema, entonces el resto de los riesgos son exagerados.

¡Un gato no representa amenaza para un bebé¡

Si el gato es doméstico y se controla su salud (regularmente vacunan y tratan los parásitos, los llevan a un veterinario para que los examinen, no practican el caminar solo y no permiten que el gato excave en el bote de basura), no representa una amenaza para la salud del niño ni restricciones en la comunicación del niño con sin gato. Excepción: arañazos, pero se comentarán a continuación.

¿Cómo tratan los gatos a los recién nacidos?

Los futuros padres a menudo se preocupan: ¿Cómo aceptará el gato veterano al niño? Internet conoce muchas historias sobre los celos felinos y la venganza, y esto no aporta tranquilidad a los padres.

En la práctica, todos los gatos son individuales y nunca se puede decir exactamente cómo reaccionará un gato en particular ante un bebé en particular. Por supuesto, hay momentos en que una mascota comienza a sentir celos de sus dueños y se ofende, pero la mayoría de las veces los gatos ignoran a los niños recién nacidos.

El interés de los gatos por los niños aparece más tarde, cuando el niño pequeño comienza a gatear o caminar y persigue al gato. Pero aquí, no todos los gatos sucumbirán a las provocaciones.

Algunas mascotas evitan categóricamente a los niños, otras son cariñosas y cuidadosas con ellos, y hay quienes no son reacios a soltar sus garras.

Gran parte de la relación entre una mascota y un bebé depende del temperamento de un gato en particular, del carácter del bebé, pero lo más importante, de los padres. No deben dejar al niño desatendido, además, son ellos quienes tendrán que enseñarle al bebé cómo manejar a la mascota y a la mascota, con el bebé.

Un gato y un niño pequeño en la casa: ¿Qué hacer?

Lo más importante para mantener a un gato y a un niño bajo el mismo techo es la seguridad y ambos. La tarea de los dueños es controlar la salud de la mascota: tratarla de los parásitos de manera oportuna y vacunarla, visitar a un veterinario no solo en caso de problemas, sino también como medida preventiva.

Un niño en la casa es una buena razón para esterilizar a una mascota. Si aún duda en hacerlo, ahora es el momento. Una mascota castrada es más equilibrada y es mucho menos probable que presente sorpresas desagradables.

Y un punto más importante: si la mascota tiene problemas de comportamiento, es mejor solucionarlos antes de que llegue el bebé. Póngase en contacto con un especialista, él ayudará a corregir el comportamiento de la mascota.

¿Cómo vivir con un gato y un niño en la misma casa?

1. Presta atención a tu mascota

La llegada de un niño a una familia es el evento más importante de la vida. Por supuesto, al principio toda su atención estará en el bebé. Pero no debes olvidarte de tu mascota para que no se sienta innecesaria y abandonada.

Tómate un momento para rascar al gato detrás de la oreja. Háblale. Deje que el gato huela a su bebé y sus pertenencias. Deja que el gato participe en el proceso y no se quede atrás.

2. Lugar acogedor y tranquilo para un gato

Los niños en la casa siempre son ruido, alboroto y muchos juguetes por todas partes. Para mantener la tranquilidad, un pequeño depredador siempre debe tener un lugar donde pueda retirarse y descansar, donde nadie lo moleste.

3. Uno a uno

No importa lo cariñoso que sea el gato, no se puede dejar solo con el niño. Incluso si un gato ha vivido contigo durante 10 años y conoces todos sus hábitos por dentro y por fuera, sigue siendo un animal y su comportamiento puede ser impredecible.

4. Delimitación del espacio

Probablemente hayas visto más de una vez fotografías en las que niños y gatos duermen felices en la misma cama. Todo esto se ve lindo, pero es mejor establecer límites para la mascota y prohibirle que salte a la cuna y los lugares donde se guardan los pañales, la ropa para el bebé, en resumen, todo lo que está cerca del cuerpo. Esto protegerá a su bebé del pelo y la suciedad que pueda haber en el gato.

5. Cortar las garras

No asuma que el gato nunca rascará al bebé. Lo más probable es que ocurra un incidente así, y más de una vez. Su tarea es minimizar esta probabilidad y minimizar las consecuencias. Para proteger a su hijo de arañazos severos, acorte las uñas de su gato con regularidad.

6. Juguetes

El gato solo necesita una variedad de juguetes especiales. Los necesita incluso sin niños en la casa, ¡y especialmente cuando hay niños! Los juguetes distraerán la atención del depredador doméstico de las divertidas y regordetas piernas del niño y ayudarán a dirigir la energía en la dirección correcta. Y cuando el bebé crezca, él mismo podrá jugarlos con el gato.

7. Educación

La amistad de un gato y un niño es imposible sin el enfoque de crianza correcto. Hay que realizar una doble labor educativa: en relación con el niño y en relación con la mascota. Tan pronto como el bebé tenga la edad suficiente, deberá explicarle cómo puede y no puede comportarse con su mascota. Y el gato debe aprender qué le está permitido y qué no.

Recuerda elogiar a tu gato por su buen comportamiento. ¡Las golosinas ayudarán mucho! Será genial si el niño trata al gato con premios: beneficiará su relación.

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